Para entender el motivo por el que muchas veces las predicciones económicas que hacen importantísimos organismos internacionales fallan totalmente hay que entender el funcionamiento de la economía como ciencia. Ante todo, hay que saber que la economía no es una ciencia exacta y que hay distintas escuelas o líneas de pensamiento bastante diferenciadas que a menudo se contradicen en sus predicciones. Ésto se debe a que se basan en distintos modelos.
Un modelo económico es una representación muy simplificada de la realidad que intenta explicar el funcionamiento de algún aspecto de la economía. Por ejemplo, hay modelos que intentan representar la relación entre los precios de un producto y la cantidad de ese producto que los consumidores están dispuestos a comprar, o la manera en la que toman sus decisiones los consumidores de productos a la hora de decidirse por un producto u otro, también hay modelos que intentan explicar como funciona un mercado y el tipo de competencia que hay entre las empresas de un determinado sector. Dependiendo del tipo de modelo que consideremos válido o más representativo de la realidad y que usemos para hacer nuestras predicciones tendremos unos resultados distintos.
¿Son los consumidores totalmente racionales al decidir cuanto gastan y cuanto ahorran?, ¿existen empresas que por si solas puedan variar el precio de mercado de un determinado producto?, ¿reflejan los valores de la bolsa el valor exacto de las acciones que en ella se venden o los brokers a veces se dejan llevar por impulsos o sensaciones? Todas estas preguntas y muchas más son respondidas por los distintos modelos económicos, y las distintas escuelas económicas obtendrán por tanto distintas respuestas. Es por eso que algunos economistas se equivocan continuamente en sus predicciones, y no es que en todos los casos sean "ineptos" o "mentirosos", es sólo que los modelos económicos que usan no están representando fielmente la realidad. La sociedad es un elemento cambiante que evoluciona y la economía depende en gran manera de como funcione la sociedad a estudiar, por tanto muchos modelos tienen que seguir el mismo camino y adaptarse a los cambios sociales que ocurren.
Por supuesto hay ciertas escuelas económicas que se encuentran más extendidas que otras y que tienen más importancia en los planes de estudio de las distintas universidades o países. Que una escuela se encuentre más extendida no quiere decir que sea ni mucho menos infalible, siempre hay otras escuelas que aportan otros modelos diferentes y es importante intentar escuchar y seguir aprendiendo. Es obvio que las ideas éticas y/o políticas más extendidas influyen a la hora de que se acepte como válido un modelo económico u otro, pero como ciencia que es la economía no deberíamos alejarnos del objetivo último que es alcanzar modelos que representen acertadamente la realidad independientemente de nuestras ideas previas.
Por otra parte, en muchas ocasiones vemos a economistas que usan los mismos modelos que recomiendan distintas medidas económicas, pero este problema es muchas veces ideológico o de prioridades. Por poner un ejemplo claro, como ya hablamos en otro artículo anterior hay Bancos Centrales que consideran que lo más importante es mantener bajo control la inflación, mientras que otros consideran más importante todavía el mantener la tasa de paro lo más baja posible. Realmente ninguno de los dos se está equivocando mientras sean efectivos al conseguir lo que buscan, es sólo que tienen distintos objetivos.